No pienses que vas a dejar atrás los libros verdaderos, incluso en la era digital, dependemos de ellos mucho más de lo que creemos.
‘‘En realidad es que no anduvimos muy bien hasta que la fotografía se implantó. Después las películas, a principios del siglo XX. Radio. Televisión. Las cosas empezaron a adquirir masa. (…) Y como tenían masa, se hicieron más sencillas. (…) En cierta época, los libros atraían a alguna gente, aquí, allí, por doquier. Podían permitirse ser diferentes. El mundo era ancho. Pero, luego, el mundo se llenó de ojos, de codos y bocas. Población doble, triple, cuádruple. Films y radios, revistas, libros, fueron adquiriendo un bajo nivel, una especie de vulgar uniformidad. (…) Luego, en el siglo XX, acelera la cámara. Los más breves, condensaciones. Resúmenes. Todo se reduce a la anécdota, al final brusco. (…) Los clásicos reducidos a una emisión radiofónica de quince minutos. Después, vueltos a reducir para llenar una lectura de dos minutos. Por fin, convertidos en diez o doce líneas en un diccionario. Claro está, exagero. Los diccionarios únicamente servían para buscar referencias. Pero eran muchos los que sólo sabían de Hamlet (…), sólo sabían, como digo, de Hamlet lo que había en una condensación de una página en un libro que afirmaba: ahora, podrá leer por fin todos los clásicos. Manténgase al mismo nivel que sus vecinos. ¿Te das cuenta? Salir de la guardería infantil para ir a la Universidad y regresar a la guardería. Ésta ha sido la formación intelectual durante los últimos cinco siglos o más.’’,
escribió Ray Bradbury1
Cada día alguien compra un libro electrónico. Las tecnologías digitales van adquiriendo mayor importancia a medida qué pasa el tiempo. ¿Con la llegada de los medios electrónicos, las bibliotecas y librerías públicas realmente dejarán de tener validez y desaparecerán?
Hace cuatro años, The Guardian publicó los resultados de un estudio llamado ‘‘Reading linear texts on paper versus computer screen’’. El experimento fue dirigido por la doctora de la Universidad de Stavanger Anne Mangen. Los estudiantes de secundaria se dividieron en dos grupos y se les dio la misma historia para leer. Algunos recibieron libros en papel, mientras que otros recibieron libros electrónicos. Cuando se pidió a los jóvenes que volvieran a contar la idea principal del libro, resultó que quienes leyeron la historia en papel recordaban mejor la trama. Los amantes de los libros electrónicos estaban confundidos con la cronología, les llevo un tiempo acordarse de los puntos principales, como si no hubieran leído nada en absoluto.
¿Por qué sucedió eso? ¿Quizás todo depende de la atención, las capacidades, el interés?
Nuestra memoria funciona por asociaciones. Cuando leemos un libro en papel, nuestro cerebro procesa no solo la secuencia de eventos, sino también nuestras sensaciones: el susurro de pasar las páginas, las notas en los márgenes, el peso del libro, el tamaño, el olor, la portada. Toda una serie de imágenes se alinean en nuestra cabeza y, por tanto, recordamos mucho mejor. Todo esto simplemente no existe y no puede existir en un libro electrónico, nuestro cerebro lo percibe como una imagen plana.
Verdaderamente me encantan los libros en papel. Olerlos. Estantes apretados. El proceso mismo de buscar y seleccionar libros en la tienda. Soñé toda mi vida con tener una biblioteca propia en casa. Por supuesto, con la llegada de los dispositivos electrónicos, nuestra vida se ha vuelto más fácil. Es muy conveniente llevar contigo un Kindle y leerlo en el metro o cuando viajas, pero llegas a casa por la tarde, te sientas cómodamente en un sillón, te preparas un té aromático, tomas un libro verdadero y te sumerges de cabeza en un mundo maravilloso.
Sí, tengo un Kindle, pero nunca voy a estar lista para renunciar a los libros en papel, por muy caros que sean. No pienses que vas a dejar atrás los libros verdaderos, incluso en la era digital, dependemos de ellos mucho más de lo que creemos.
Libro electrónico o libro en papel, ¿qué prefieres? ¿Tienen futuro los libros en papel, o simplemente serán sustituidos y pisoteados por las tecnologías?
1 Fahrenheit 451. Editorial: Minotauro, traductor: Francisco Abelenda.
Graduada del Instituto de Estudios Ibéricos e Iberoamericanos de la Universidad de Varsovia. En 2022 se graduó de la Facultad de Lenguas Modernas de la Universidad de Varsovia y obtuvo una maestría en humanidades con base en el trabajo titulado "Macondo y sus distintas facetas como un desafío traductológico: el análisis comparativo a partir de la novela de Gabriel García Márquez Cien años de soledad y traducciones al polaco” escrita bajo la supervisión del dr. Aleksandra Jackiewicz.
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Especialización científica: estudios literarios y de traducción.
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Interesada en: los asuntos sociopolíticos y económicos de España y países latinoamericanos; la teoría y la práctica de la traducción literaria; críticas a la traducción literaria; estudios literarios y práctica de traducción de textos especializados.